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martes, 9 de octubre de 2012

David Bowie



David Bowie ha sido el rockero que ha ido más allá del género experimentando con ideas futuristas, camaleónicas y transformadoras. A través de su carrera como solista, asi como a través de sus colaboraciones con artistas como Queen, Lou Reed, Mick Jagger, Iggy Pop, John Lennon, Brian Eno y Nine Inch Nails, se ha colocado siempre a la vanguardia del rock and roll. Sus innovaciones, producto de su excentricidad, han creado nuevas tendencias incluidas el glam-rock, el rock arte y una autoconcepción de ser más grande que la vida misma.

David Robert Jones, David Bowie, nació en Brixton, Londres, Inglaterra, el 8 de enero de 1947 en el seno de una familia trabajadora. Como adolescente de la posguerra fue admirador de Little Richard, del Rithm and Blues y el Jazz.

La experiencia de Bowie en la música empezó cuando sus padres le regalaron un saxofón a los doce años. Eso le permitió entrar a varias bandas de poca monta en la secundaria. Pero fue a inicios de los 60, cuando se había graduado de la secundaria técnica en el área de arte, cuando decidió entrar seriamente en el mundo de la música.

Fue en la escuela donde también adquirió uno de sus sellos de imagen. En una pelea recibió una punzada con un compás en el ojo. Eso lo dejó con la pupila paralizada.

En 1963 armó su primera banda en serio: “David Jones and The Hing Bees”. Con ella produjeron un sencillo que no llamó la atención de nadie y rápidamente se separaron. Pasó entonces a los Manish Boys que lograron atraer la atención de la gente por el pelo largo de Jones, algo poco común para la época. Sin embargo tampoco lograron algún tipo de éxito. Luego estuvo en el “Lower Third” y “The Buzz” con resultados magros.

Fue entonces que en 1966 decidió lanzarse en solitario. Lo primero que hizo fue cambiar su apellido de Jones a Bowie, previendo el éxito de Davy Jones de los Monkees. Al mismo tiempo empezó a trabajar con Kenneth Pitt, quien administró su carrera hasta el final de los sesenta. Inmediatamente lograron un contrato con Decca y lograron lanzar sencillo y álbum con la promoción necesaria. Sin embargo, la gente no respondió como se esperaba. Incluso su manager financió una película que apenas y logró ser pautada en algún canal de TV menor.

Cuando llegaba el final de la década Bowie era conocido por haber lanzado discos con muchas disqueras, haber salido en varios anuncios de prensa y por haber vendido muy poco. Fue en 1969 con “Space Oddity”, en medio de la fiebre espacial por la llegada del ser humano a la luna, que Bowie logró despegar. Le siguió el disco “The Prettiest Star”, que fue acribillado por la crítica acusándolo de ser artista de un sólo éxito.

Esta idea de la fama instatánea y efímera se confirmó cuando semanas antes del lanzamiento de su disco el tema “In The Year 2525” de Zager y Evans, era número uno, mientras sus intérpretes desaparecían rápidamente. Lo peor de todo es que el disco era una imitación barata de “Major Tom”, la canción que lanzó a Bowie.

No obstante, sus permanentes cambios de apariencia y la necesidad de una nueva generación de encontrar su propio ritmo frente a los sesenta, sembró la semilla de los que sería más tarde una figura de culto. Su estilo filarmónico, que cambió estándares, fue definido por el mismo cuando dijo: “A veces soy yo el último en entender el material que escribo”. Pero de alguna manera explica el carácter visionario del artista.
Su consolidación definitiva como artista pop vino con el lanzamiento de " The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”, de 1972. Un álbum meditadamente moderno en el que se vendía la idea del artista del rock como un extraterrestre, alguien venido de otro mundo. El disco cuenta la historia de una estrella de rock que emerge con gran fuerza, pero igualmente cae. Su caída y desaparición coinciden con el final del mundo.

De esa misma inspiración egocéntrica vino la obra de teatro “Ziggy Stardust”.En la obra Bowie coqueteaba con la decadencia y alcanzaba un nivel teatral que ninguna figura del rock había logrado antes. Se vistió de hombre del espacio combinando la moda inglesa de vanguardia con lo tradicional del Japón. Ropas multicolores cubierta por una jacket de bombero metálica y acompañado por kimonos, eran parte de la puesta de escena de “Ziggy Stardust” y el disco sucesor “Aladdin Sane” en el que Bowie adquiere una identidad andrógena. Aladdin llegó a ser el disco número uno en Inglaterra.

La música y la estética de Bowie fueron parte de los indicadores que avisaban del cambio de los 60 a los 70. Parte de esa estética era manifestada en sus diseños de las portadas de los álbumes de Pretty Things, Pink Floyd y Them.

En 1970 se sucedieron una serie de cambios importantes en la vida personal y profesional de Bowie. Su hermano Terry tuvo que ser internado en una instituto para personas con problemas mentales, y su padre fallecía poco después. Además se casó con la estudiante de arte Angela Barnett y finalmente, terminó su relación con su manejador Kenneth Pitt. Pitt, fue sustituido por Tony De Fries, una persona más acorde con el nuevo estilo estridente de David Bowie.

A pesar de la carga emocional, logró llevar a cabó su trabajo más importante: “The Man Who Sold The World”. En el disco participó el guitarrista Mick Ronson, el baterista Mick “Woody” Woodmansey y el productor Tony Visconti en el bajo. El LP tenía un sonido muy pesado empujado por el sintetizador de Ralph Mace. El disco viajaba por diversos temas que iban desde la perversión sexual, pasando por la enajenación mental hasta llegar al nihilismo nitchiano. Estos mismos temas se reiterarían en otros discos. Pero el disco no podía estar completo sin una portada de Bowie posando seductoramente con un traje muy femenino. Ese travestismo anunciaba la bisexualidad, altamente publicitada más tarde, y caracterizó su imagen de los años setenta.

Durante los setenta, Bowie era la personificación de un nuevo estilo del rock. Gran parte de la década la usó para manifestar un cierto distanciamiento de la gente, lo que llevó a muchos a preguntarse dónde empezaban sus personajes y donde terminaba el verdadero David Bowie. Un crítico, Tom Carson, escribió que “Bowie prefiere tratar los sentimientos como tecnología y la tecnología como sentimientos.”

El trabajo de su nuevo promotor llevó a un contrato con RCA que fue bastante ventajoso para el artista y que implicó la grabación de Hunky Dory en 1971. Aunque más liviano en lo musical que el anterior y comercialmente era más apto para el grueso de la audiencia, no fue un éxito en ventas. De él salió “Changes” una canción que se convertiría en un sello del artista por su interpretación. Además venía “Vida en Marte”, tributos a Bob Dylan y Velvet Underground.

A mediados de los setenta su popularidad estaba en la cima. Eso sirvió para que “Space Oddity” llegara al primer lugar de las listas inglesas, seis años después de su entrada original. Ese mismo año, 1975, logró llegar por primera vez al número uno en Estados Unidos con “Fame” co escrita e interpretada con John Lennon. El tema apareció en su siguiente álbum “Young Americans” en el que Bowie experimentaba con el llamado Philadelphia Soul.

Durante la segunda parte de la década Bowie se dedicó a esconderse de la fama y de las drogas. En ese momento estaba cayendo en las drogas químicas y empezaba a depender del ocultismo, mientras su matrimonio se terminaba de derrumbar. Se mudó de Bel Air en California a Berlín en Alemania donde empezó a trabajar con el productor Brinan Eno, aunque los álbumes seguían siendo producidos por Tony Visconti. El resultado fue “Berlin Trilogy”, tres álbumes experimentales y de grandes atmósferas en los que Bowie se volvió a reinventar. “Low”, “Heroes” y “Lodger” sirvieron para que se manifestara tal y como era en ese momento y mostrara como sería el sonido “industrial” de los 80 y 90.

“Scary Monsters” de 1980 fue el cierre del estilo musical de los 70. Incluso el disco tenía un final para la historia del Mayor Tom en “Ashes to Ashes”. Ese mismo año actuó en la obra “El Hombre Elefante” interpretando a John Merrick.

A pesar de este éxito como vanguardista, faltaba el reconocimiento comercial y ese llegó en 1983 con “Let's Dance” que llegó al número uno de las listas. En el álbum homónimo estaban incluidas “China Girl” y “Modern Love” e hicieron que el disco se vendiera como pan caliente.

Aunque no dominó la escena de los 80, como lo hizo en los setenta, la producción de la década incluyó cuatro álbumes, colaboraciones con Queen (“Under Pressure”), Mick Jagger (“Dancing in the Street”), Bing Cosby y la banda de Pat Metheney. Al mismo tiempo se dedicó a producir en el cine, el teatro y la plástica.
Sin embargo, su influencia se sintió en artistas como Gary Nauman, Human League, Japan, Bauhaus, New Romantics, Visage, Ultravox, Spandau Ballet y Culture Club.

En 1989 la disquera Ryko reprodujo en una serie especial todo el material de Bowie desde “Space Oddity” a “Scary Monsters”, además de los sencillos más importantes de su carrera. Eso lo llevó a lanzarse en una gira llamada “Sound + Vision” en la que se dedicó a reproducir su material más importante. Para ello, armó una banda, “Tin Machine”, con la que se integró como un igual junto a músicos tan de avanzada como él. Aunque la banda no tuvo el impacto que ha tenido su carrera personal, sirvió para conocer una perspectiva más humana y madura propia de sus cuarenta años.

El grupo estaba formado por Reeves Gabrels en la guitarra, Tony Sales en el bajo y Hunt Sales en la batería. El nombre de la banda vino del nombre de su primer disco en el que se presentaba un buen trabajo de guitarra que a veces rayaba en el Heavy Metal. Tin Machine salió en una gira por clubes y bares tratando de tener un perfil diferente. Sin embargo, ni el disco ni la gira fueron un suceso.

En los noventas, Bowie volvió a llevar las cosas al límite en lo musical, mientras que en lo personal decidió llevar una vida más pausada. En 1992 se casó con la modelo somalí Imán. El evento quedó grabado en “The Wdding” un tema que venía en el disco “Black Tie White Noise”. Este disco de 1993 fue lo mejor que sacó en años y entró a la lista de álbumes ingleses directamente en el primer lugar.

Al mismo tiempo empezó a trabajar en una serie de álbumes que venía encabezado por “Outside” (1995) un disco que lo mostraba a él de cuerpo entero. En la gira se hizo acompañar con Nine Inch Nails y juntos produjeron un sonido electrónico de avanzada. Sin embargo, la gente no recibió de la mejor manera el disco.

A partir de ese momento dejó de ser un innovador y decidió plegarse a la corriente y hasta armó su propio servio de proveeduría de Internet. Finalmente en 2001 montó su propio sello grabador ISO.
Aún con “Reality” su último disco Bowie sigue intentando innovar.

La gira que siguió a Reality visitó Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y Oceanía con una audiencia estimada en más de 700 mil personas, más que cualquier otra gira de artista durante 2004.

A mediados de la gira Bowie debió detenerse luego de sufrir un fuerte dolor en el pecho producto de una arteria bloqueada que obligó a una angioplastia de emergencia en Hamburgo, Alemania.

Luego de este episodio la actividad musical de David Bowie bajó considerablemente y se ha limitado a apariciones puntuales como su dúo con Butterfly de su propio tema “Changes” para Shrek 2.

En febrero de 2006 recibió el Grammy por su aporte a la música y en abril anunció que se tomaría un año sabático. No obstante rompió su descanso con dos apariciones: una junto a David Gilmour en el Royal Albert Hall de Londres y la otra junto a Alicia Keys para un evento benéfico.

Si bien es cierto no se trata de ese visionario que revolucionó la música de los 70, es por lejos una de las mentes creativas que más ha aportado a la cultura pop. Quizás sea el motor de la posmodernidad o al menos uno de sus íconos, pero es innegable que ha sabido ver tendencias que para nadie eran evidentes.

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